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5 Consejos para limpiar los oídos a tu perro

Las inflamaciones e infecciones del conducto auditivo externo son un motivo frecuente de visita a la clínica veterinaria, por lo que si nuestro perro es tendente a padecerlas, debemos ayudarle y hacer lo que esté en nuestra mano para que sus oídos estén siempre lo más limpios y aireados posible. Signos que nos hacen sospechar de algún problema a este nivel son las sacudidas de cabeza, el mal olor, picor, secreciones, enrojecimiento de la oreja, incluso el ladeamiento de cabeza en casos más graves. ¡Nunca dejes que vaya a más! Acude a la clínica lo antes posible.

¿Sabes cómo se realiza correctamente una limpieza de oídos a los perros? Hoy queremos ofrecerte algunos consejos al respecto, ¡no te lo pierdas!

Si tu perro tiene los oídos bien, ¡no hagas nada!

Si tenemos la suerte de que los oídos de nuestro perro están limpios, sin secreciones, sin mal olor, y nunca hemos percibido ningún signo que nos haga sospechar de problemas auriculares, lo mejor es que no introduzcamos nada dentro de los oídos.

No obstante, una vez a la semana podemos detenernos y observar las orejas, la entrada al oído, comprobar que no haya cuerpos extraños visibles, que no haya lesiones, acercar nuestra nariz a los oídos por si detectamos algún cambio de olor, etc. Así, si de repente hubiera un cambio, podremos darnos cuenta rápidamente, y acudir a la clínica lo antes posible.

Si no hay motivo para realizar limpiezas, es mejor evitar el uso de cualquier producto, ya que podemos ser nosotros mismos los que provoquemos patologías al favorecer un exceso de humedad dentro del oído, o al introducir objetos que dañen el tímpano o al irritar la piel de la zona. Sin la prescripción por parte de nuestro veterinario, ¡nada de limpiezas!

Utiliza los utensilios y limpiadores adecuados

No todos los productos y utensilios son adecuados para limpiar los oídos de nuestro perro, y es que los bastoncillos, por ejemplo, son peligrosos ya que si los introducimos demasiado en el oído podemos producir una perforación de tímpano, o alguna lesión que acarree un problema para nuestro perro. Tampoco se recomienda el uso de algodón, ya que las fibras pueden quedarse dentro del oído y favorecer infecciones.

Lo que no puede faltar una vez que vayamos a realizar la limpieza es un par de guantes, gasas y el limpiador auricular que nos haya indicado el veterinario. No todos estos productos son iguales, algunos están destinados a eliminar el exceso de cera, otros cambian el pH para evitar que las bacterias se multipliquen, otros favorecen la acción de los antibióticos,… Tanto los limpiadores como los tratamientos óticos, siempre deben utilizarse adaptados a la patología concreta de nuestro compañero perruno.

Sigue estos pasos para la limpieza

Prepara todo lo que necesitas y busca un lugar cómodo y tranquilo para tu perro. Lo primero, ponte los guantes, coge la oreja de tu amigo y visualiza la entrada al oído. Aplica el producto en su interior, y con la mano realiza un masaje de la base del oído, para que la penetración del limpiador y su acción sea mejor, llegando a todos los pliegues y recovecos posibles. Las gasas, utilízalas para retirar el exceso de suciedad o secreciones que puedan aparecer tras esta limpieza.

Permite que tu perro se sacuda tras aplicar el limpiador

Después de realizar la administración del limpiador auricular y realizar un masaje en la base de la oreja, es muy importante que permitamos que nuestro perro sacuda sus orejas, con el fin de que la suciedad que pueda estar internamente en el oído salga hacia el exterior, y así podamos retirarla con la gasa. Este paso es muy importante y aunque puede resultar un poco engorroso, ya que al sacudir la cabeza, puede que nos manchemos con algún resto de suciedad, este cabeceo es importantísimo e indispensable para completar la limpieza. Ahora, introduce tu dedo rodeado de una gasa en la entrada al oído, para retirar toda la suciedad posible, y recuerda utilizar una gasa diferente para cada oído, para evitar el traspaso de infecciones entre ellos.

Positiviza el momento

No todos los perros se dejan manipular los oídos, por lo que si nuestro veterinario nos recomienda hacer limpiezas frecuentes, comenzar a positivizar ese momento de higiene, será necesario. Aunque no tengamos la necesidad de hacer estas limpiezas en la etapa de cachorro de nuestro perro, sí es recomendable que vayamos realizando ciertas manipulaciones que le habitúen a ese manejo: tocar la oreja, pasar una gasa por el pabellón auricular, entrenar el que se tumbe o siente,… Todo acompañado de alguno de sus snacks favoritos, de tal manera que cuando sea obligatorio realizar esta manipulación de forma frecuente, por alguna patología que afecte a sus oídos, ya esté habituado y ese momento sea lo menos estresante para nuestro amigo.

Cuéntanos, ¿tu perro es tendente a otitis, y por tanto sueles tener que limpiarle los oídos? ¿Tienes la suerte de que no padezca patologías auriculares? Sea el caso que sea, ¡esperamos que nuestros consejos te hayan resultado útiles!