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La pseudogestación en las perras, ¿sabes por qué se produce?

Queda ya muy poquito para el Día de la Madre, así que en esta ocasión queremos aprovechar para contaros alguna curiosidad sobre las hembras perrunas.

Para comenzar celebrando este día, y resaltar el enorme papel de las madres de todas las especies, queremos recordaros este post antiguo del blog, en el que os explicamos la importancia de que los cachorros permanezcan con sus madres durante sus primeros tres meses de vida, ¡no te lo pierdas!

Volviendo al tema inicial, hoy queremos contaros un poquito sobre el llamado “embarazo psicológico” o pseudogestación de las perras. Seguro que os suena, pero ¿sabéis en qué consiste? ¿Por qué se produce y cuál es su origen? Si quieres aprender un poco más sobre nuestros compañeros de vida perrunos, ¡sigue leyendo!

Pese a su nombre, es un fenómeno fisiológico normal

Si conoces el ciclo reproductivo de las perras, seguro que sabes que consta de diferentes fases: proestro, estro, diestro y anestro. Cuando una perra tiene el celo, ocurre en la fase de proestro, y después se irán produciendo ciertos cambios hormonales, dependiendo de si queda gestante o no. Tanto el final de la gestación, como la pseudogestación se producen en la misma fase del ciclo, el diestro, por lo que sus signos son parecidos, de ahí que si nuestra perra ha pasado el celo y no está siempre bajo nuestra supervisión, sea necesario descartar la gestación real antes de presumir que sea una pseudogestación.

Así, podemos decir que la pseudogestación es un fenómeno fisiológico que se produce en hembras que no han quedado gestantes tras el celo, pero en las que se aprecia unos signos clínicos similares, todo ello debido a cambios hormonales como la disminución de la actividad del cuerpo lúteo, con bajada de la hormona progesterona y aumento de la síntesis de prolactina.

Su origen parte de la vida salvaje en manada

Los lobos y perros salvajes viven en manada, con una determinada jerarquía. La hembra alfa es la que queda gestante, pero el resto de hembras sufren una respuesta adaptativa que aumenta la supervivencia de la camada, de tal manera que ellas también generan leche y pueden amamantar a las crías en caso de necesidad. Así, surge esta pseudogestación, como mecanismo de supervivencia de lobos y perros. En la naturaleza es un proceso normal, pero hoy en día que nuestras perras pasen por esta condición fisiológica, carece de sentido, y en ocasiones incluso puede afectar a la calidad de vida de la perra. Con la domesticación, es una condición que va desapareciendo, pero aún son muchas las perras que lo padecen. ¿Qué te ha parecido esta curiosidad sobre el origen de la pseudogestación?

¿Cuáles son los signos más habituales en las perras que lo padecen?

A nivel físico, lo más habitual es la inflamación de las mamas y la producción de leche, el abdomen hinchado, el lamido de mamas y vulva, o pérdida de apetito.

A nivel emocional o psicológico, también hay cambios, de tal manera que la perra está más nerviosa, escarba el suelo o la cama, tiene conducta de nidificación, puede adoptar juguetes como si fueran cachorros, lloriquea, no quiere pasear, incluso puede desarrollar cierta agresividad maternal, transitoria y restringida al instinto de protección de sus cachorros.

¿Requiere de tratamiento?

La pseudogestación es un proceso autolimitante, en dos o tres semanas suele desaparecer, pero hay casos en que los signos se complican, normalmente con una sobreproducción de leche y una inflamación grave de las mamas, produce mastitis y es necesario ayudar a la perra mediante medicación específica para cortar la producción de leche, normalmente con cabergolina. Siempre es necesario que lo valore el veterinario, ya que no todos los casos son iguales, así que es muy importante que si sospechamos que nuestra perra está padeciendo una pseudogestación, pidamos cita en la clínica veterinaria lo antes posible, sea revisada, y el profesional veterinario nos indique las pautas concretas a seguir en nuestro caso. Además, es habitual que una vez que lo presentan, ocurra tras cada celo, por lo que está recomendado en muchos casos realizar la cirugía de castración, que es el único tratamiento definitivo.

Cuéntanos, ¿qué sabías sobre este fenómeno hormonal que padecen nuestras compañeras de vida perrunas? ¿Tu perra lo ha padecido alguna vez?