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7 curiosidades sobre cachorros y gatitos, ¿las conocías?

Si todo va bien, cuando nacen será su madre quien les cuide, pero por desgracia no siempre es así. Si nos hemos encontrado un cachorro de perro o gato en la calle, y tenemos que ser nosotros los que cuidemos de él, es de ayuda conocer algunas cosas básicas sobre ellos. ¿Te animas a descubrir varias curiosidades sobre los cachorros junto a nosotros? ¡Empezamos!

Su desarrollo ocurre de manera bastante rápida.

La gestación de perras y gatas dura en torno a los dos meses, y en ese corto periodo de tiempo los cachorros se desarrollan y crecen dentro del útero de su madre. Comparado con los 9 meses de gestación humana, es muy poco, ¿verdad? Además, ese desarrollo rápido continúa una vez nacido, tanto es así que en una semana, el cachorro habrá doblado su peso, y en solo unos meses alcanzará su tamaño definitivo. La etapa de cachorro se pasa muy rápido, así que ¡te recomendamos que la disfrutes!

Nacen ciegos y sordos pero, ¡sí pueden “hablar”!

Perros y gatos nacen ciegos y sordos, ya que tanto sus ojos como su canal auditivo están cerrados al nacer. En torno a los 10 – 15 días, los ojos comienzan a abrirse y las orejas a erguirse, permitiendo a los cachorros comenzar a descubrir el mundo que les rodea.

En el caso de los gatitos, todos tienen los ojos azules durante sus primeras semanas de vida, y será a partir de los 2 meses cuando el color vaya cambiando hasta llegar al definitivo en torno a los 4 o 5 meses. Por otro lado, aunque no oigan, los cachorros sí pueden vocalizar desde su nacimiento, ya que así llamarán a su mamá… ¡O a nosotros si somos los encargados de darles el biberón!

Sus días consisten en comer y dormir bien calentitos.

Cuando eres un recién nacido, no tienes que preocuparte más que de alimentarte y dormir. Pese a no tener visión, los cachorros usan su instinto para alcanzar las mamas de su madre e ingerir la leche que les hará crecer fuertes y sanos. Aproximadamente cada 2 horas, los bebés ingieren pequeñas cantidades de leche, y entre toma y toma dedican el tiempo a dormir así que, durante sus primeras semanas de vida, los cachorros pueden llegar a dormir el 90% del día.

Además, es muy importante que no pierdan temperatura, por lo que debemos procurar que descansen en zonas cálidas y sin corrientes de aire, incluso podemos proporcionarles un calor extra con saquitos de semillas calientes, guantes con agua tibia en su interior, etc. Eso sí, ¡sin pasarse! Los cachorros nunca deben quedarse fríos, pero tampoco debemos ofrecerles calor en exceso.

Necesitan ser estimulados para orinar y defecar.

Perras y gatas lamen la zona perianal para estimular a sus bebés a orinar y defecar. Si no tienen a su mamá, nosotros debemos reproducir ese comportamiento masajeando suavemente la zona con una gasita humedecida en agua tibia. Puede ocurrir que el cachorro se estriña un poquito y no defeque aún estimulándole, por lo que en ese caso debemos consultar con nuestro veterinario para que nos diga cómo proceder.

Nacen con pelo y uñas, pero sin dientes.

Los perros y gatos recién nacidos ya tienen uñitas y pelo, pero aún ningún diente. Será entre la segunda y tercera semana de vida cuando los primeros dientes comiencen a asomar a través de la encía. ¡Ah! Y esta primera dentición es de leche, en torno a los 3 meses y medio comenzará el cambio de piezas a las definitivas de adulto.

Necesitan convivir con su familia el mayor tiempo posible.

Los cachorros deberían estar con su madre al menos hasta los dos meses de vida, ya que una separación prematura puede afectar a su salud y a su comportamiento. A partir de las 3 semanas ya comienzan a explorar y a jugar entre hermanos, lo que será clave para su vida de adulto. Cachorros que son retirados demasiado pronto de su madre y hermanos, pueden tener problemas de comportamiento como miedos, falta de socialización, dificultad a la hora de relacionarse con otros perros, etc.

Son muy vulnerables a cualquier infección.

El sistema inmune de los cachorros aún no tiene la capacidad de combatir infecciones como el de un adulto. Perras y gatas, a través del calostro, proporcionan a sus crías anticuerpos que les confieren cierta inmunidad, pero existe un periodo bastante crítico entre las 4 y 12 semanas de edad en el que la inmunidad maternal va desapareciendo y el sistema inmune del cachorro tiene que empezar a funcionar por sí mismo. La vacunación de los cachorros suele comenzar en torno a las 8 semanas de vida, aprovechando ese descenso de la inmunidad pasiva proporcionada por la madre.

Si tienes pensado adoptar un cachorro, seguro que conocer un poquito más sobre esta etapa te vendrá genial. Por supuesto, no debes posponer la visita al veterinario, ya que es muy importante una revisión temprana, así como comenzar con el protocolo de desparasitación, vacunación, etc.

Un cachorro sano y correctamente socializado con su familia perruna, ¡es un cachorro feliz!

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