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¿Días de nieve? ¡Atentos a estos consejos para los paseos perrunos!

Este es el caso que estamos viviendo ahora, con temperaturas muy bajas, en algunos puntos del país batiendo récords históricos, y con capas de nieve de varios centímetros de espesor. No hay duda de que ver nevar nos encanta, y el paisaje blanco que deja la nieve a su paso es precioso, pero también debemos tener cuidado cuando salgamos a la calle con nuestros perros. Nuestros amigos perrunos soportan el frío mucho mejor que nosotros, pero igualmente debemos protegerles frente a las bajas temperaturas.

Por eso, queremos daros algunos consejos para estos días de nieve, hielo y frío. ¡No os lo perdáis!

Los paseos, más cortos

Algunos perros disfrutan mucho de la nieve, se lo pasan en grande corriendo y jugando por las zonas nevadas, y seguramente parezca que no se cansan nunca. Otros perros en cambio, no son muy apasionados del frío, y tendremos que reducir nuestro tiempo de paseo. En estos casos, es importante que busquemos alternativas para jugar y estimular la mente dentro de casa: juegos interactivos, alfombras olfativas, etc, ya que es importante que nuestro perro tenga sus ratos activos durante el día, aunque el tiempo de ocio en la calle se vea reducido.

Presta aún más atención a tu perro

Cuando el suelo está cubierto de nieve, el olfato perruno pierde eficacia, y puede ser más fácil que se despiste y se pierda. Es importante que nuestro perro esté siempre bien identificado mediante microchip, alguna placa identificativa, incluso en estos días de condiciones climatológicas adversas, aumentemos su identificación con algún collar luminoso, por ejemplo. Además, si nuestro perro no atiende aún del todo bien a nuestra llamada, será mejor que no le soltemos, salvo en los recintos habilitados para ello. Es importante que no perdamos de vista a nuestro mejor amigo en ningún momento, y tengamos cuidado en áreas de campo especialmente, ya que la nieve puede ocultar desniveles del suelo y zonas de terreno peligroso.

Protege sus almohadillas del frío.

Las almohadillas perrunas son zonas muy sensibles y, ya sea por objetos que puedan producir cortes, productos tóxicos o abrasivos, o por temperaturas extremas, son vulnerables a sufrir daños. Existen en el mercado productos que protegen las almohadillas de nuestros compañeros perrunos frente a las temperaturas extremas, que resultan muy útiles en los días de nieve para evitar el efecto directo del frío. Además, hay unas botitas especiales para perros que, previa habituación, son eficaces tanto para proteger del frío como de quemaduras o irritaciones por productos que se usan para evitar el hielo en superficies, como la sal o los anticongelantes.

Procura que esté siempre bien hidratado

Algunos perros se vuelven locos con la nieve, ¡tanto que deciden comerla! Es importante que nuestro perro esté siempre bien hidratado, y en la medida de lo posible, evitemos que ingiera nieve. La nieve está a una temperatura muy baja, y al ser ingerida entra a esa temperatura extrema directamente en el tracto digestivo de nuestro perro, pudiendo ocasionar en algunos casos diarreas, incluso hipotermia. Además, es habitual que después de un atracón de nieve, el perro orine abundantemente, lógico, ¿verdad?

Si lo necesita, ¡abrígale!

Como hemos comentado al principio, nuestros perros tienen mayor tolerancia al frío que nosotros, pero aún así, debemos conocer a nuestros animales y saber detectar cuándo están pasando frío y ofrecerles protección extra mediante un abrigo. Los perros más vulnerables a las bajas temperaturas son los perros de razas pequeñas, cachorros, y animales mayores o con enfermedades crónicas, así que ¡mucho cuidado en estos casos! Si nuestro compañero tiene frío, nos daremos cuenta porque le veremos tiritar, puede que vaya encorvado, no querrá estar en la calle y rápidamente pedirá volver a casa, no estará animado ni querrá relacionarse,… Presta atención a cualquier diferencia de comportamiento o al lenguaje corporal de tu amigo perruno, y seguro que sabrás apreciar cuándo tiene frío.

A la vuelta del paseo, seca bien su cuerpo

Aunque nuestro perro lleve abrigo, las patas y zonas bajas del cuerpo, como el abdomen, suelen estar mojadas y es importante secar a nuestros amigos una vez lleguemos a casa. Y es que… nada mejor que después del paseo, ¡descansar bien calentitos en casa!

Si tu perro no tiene problema en la manipulación de sus almohadillas, te recomendamos que prestes atención a esta zona y las seques bien, para así retirar también cualquier resto de producto de los que en días de nieve se esparcen por las aceras. Si se agrietan, puedes preguntar a tu veterinario por productos para curar e hidratar las almohadillas.

Cuéntanos, ¿tu perro es todo un amante de la nieve, o por el contrario es de los que prefiere quedarse en casa? ¡Que disfrutéis de la nieve, pero siempre con mucho cuidado!