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Hipotermia en perros y gatos, ¡mucho cuidado con las bajas temperaturas!

La temperatura normal de perros y gatos, se encuentra en torno a los 38 y 39 grados Celsius. Cuando esta temperatura disminuye hasta los 36 grados, comienza a ser peligroso, y si sigue descendiendo hasta los 33 grados o menos, puede ser potencialmente grave, poniendo en riesgo la vida del animal.

Cuando la temperatura ambiental es muy baja, debemos estar muy atentos a los animales con mayor riesgo de padecer hipotermia: ancianos, cachorros, perros de razas pequeñas y aquellos que tienen pelaje corto, están muy delgados o que no están acostumbrados a las bajas temperaturas. Todos estos factores, especialmente combinados, dificultan que los perros se mantengan calientes cuando hace mucho frío.

Ahora que llegamos en breve a la estación con las temperaturas más bajas del año, debemos evitar en toda medida que la temperatura corporal de nuestros compañeros de vida disminuya, y más aún, que llegue al punto en que ponga en riesgo su vida. ¿Quieres saber un poco más acerca de ello? ¡Atento!

¿Qué signos pueden hacernos sospechar de hipotermia?

Si tenemos un termómetro y tomamos la temperatura rectal de nuestro perro o gato, será más baja de lo normal, pero además de eso, hay otros signos que podemos percibir observando a nuestros animales, que nos dan pistas y pueden hacernos sospechar de que nuestro mejor amigo está sufriendo hipotermia.

Si piensas en cómo reacciona tu cuerpo cuando tienes frío, seguro que serás capaz de detectar los signos principales: temblores, calambres, rigidez muscular, letargo, somnolencia, dificultad para caminar, respiración lenta,… Cuando la hipotermia es mantenida en el tiempo, comienzan otros signos más graves, como disminución de las presiones, disminución de la frecuencia cardiaca, dilatación de pupilas y mirada fija, estado de desorientación y depresión, estado comatoso, incluso muerte súbita.

¿Existen más causas de hipotermia, además de las relacionadas con la temperatura ambiental?

Sí, eso es. Animales con enfermedades y trastornos metabólicos crónicos, como el hipotiroidismo, pueden tener dificultad para regular su temperatura corporal y, como consecuencia, el perro será más vulnerable a las bajas temperaturas.

Otra causa de hipotermia es la administración de fármacos anestésicos y los procedimientos quirúrgicos. Cuando un animal está en quirófano, uno de los parámetros a monitorizar es la temperatura corporal, ya que en ese momento son varios los factores que están directamente relacionados con la pérdida de temperatura corporal. En primer lugar, afectan los propios fármacos anestésicos, también influye que el animal es rasurado en una o varias zonas de su cuerpo, por lo que la piel queda expuesta y aumenta la pérdida de calor. También influye que se utilizan soluciones antisépticas directamente en la piel, que la mesa de quirófano está fría (por lo que se debe poner una manta de calor externo), los órganos permanecen expuestos al aire durante la intervención, y que se administran líquidos intravenosos, que pueden no estar a la temperatura adecuada.

Primeros auxilios en caso de hipotermia en perros

Si observas en tu compañero de vida uno o varios signos compatibles con hipotermia, te recomendamos que acudas lo antes posible a la clínica veterinaria. Además, son varias cosas las que puedes hacer de camino, para evitar que siga perdiendo más temperatura.

En caso de que el animal esté mojado, es importante secarlo lo máximo posible, con una toalla o con secador, ya que la humedad favorece la hipotermia.

Por otro lado, es necesario proporcionarle abrigo y calor externo, ya sea envolviéndolo en una toalla seca, una manta, ropa,…Nuestro propio calor corporal también puede ayudarles, así que mantén entre tus brazos y pegado al cuerpo a tu amigo, o abrázalo.

Otro factor sobre el que podemos actuar es la glucemia, es decir, los niveles de glucosa en sangre. En la hipotermia, es habitual que el animal se encuentre también hipoglucémico, debido a que el organismo utiliza las reservas de energía para intentar evitar la pérdida de temperatura. Así, podemos dar un poco de azúcar o miel, directamente en la boca del animal, y así proporcionarle esa ayuda que necesita su organismo.

Una vez en la clínica u hospital veterinario, el equipo pondrá en marcha una actuación rápida, orientada a remontar la temperatura corporal lo antes posible, para minimizar los daños que pueda causar la hipotermia en el animal.

Durante la época de frío, protege a tu perro o gato todo lo que puedas frente a las inclemencias del tiempo, y presta especial atención a tu compañero si pertenece a alguna de las poblaciones de riesgo, y que son más fácilmente afectadas por la hipotermia.

Así, ¿cómo proteges a tu compañero frente al frío? ¿Utilizas abrigo para pasear? ¿Evitas salir a la calle en las horas más frías del día? ¡Cuéntanos!