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¡Mi perro tiene garrapatas! Aprende a quitarlas

En primavera y verano, la población de pulgas y garrapatas aumenta y especialmente si el perro tiene acceso al exterior, como un jardín, o si vais al parque o zonas de campo, es probable que después de la diversión, te encuentres correteando por el pelo o enganchada a la piel de tu mejor amigo, alguna garrapata.

Estos parásitos no son agradables de ver y pueden provocar daño local en la piel, pero no solo eso, sino que ejercen un papel importante como vectores de enfermedades infecciosas que pueden afectar a la salud de nuestros compañeros perrunos, como la babesiosis, ehrlichiosis o borreliosis, por lo que el principal motivo para repeler a estos pequeños seres es su papel como transmisores de enfermedades. Para ello, seguro que conoces los productos repelentes de parásitos, ya sea en formato collar, pipeta, spray, comprimidos, etc… todos diseñados para evitar que los diferentes parásitos piquen o se alimenten de la sangre de perros y gatos.

En esta entrada antigua del blog, os contábamos un poquito acerca de estos parásitos y su papel como vectores de enfermedad, así que os animamos a leer ¡o releer! esta información.

Ahora nos vamos a centrar en qué hacer cuando nos encontramos alguna garrapata en nuestro perro, de qué manera retirarla y qué utensilios podemos utilizar para ello. ¡No te lo pierdas!

Añade a tu botiquín perruno una pinza para retirar garrapatas

Uno de los básicos de cualquier botiquín para perros, es la pinza para retirar garrapatas. Una simple pinza de depilar puede cumplir esta función, pero también existen en el mercado productos especialmente diseñados para este uso en animales, como pinzas de plástico resistente, de acero inoxidable, incluso kits con varias pinzas diseñadas para retirar desde las garrapatas más pequeñas a las más grandes. Hay otro tipo de herramienta que no es una pinza como tal, si no un gancho que permite retirar la garrapata desde su base, simplemente girando desde su unión a la piel del perro. Sea cual sea tu elección, no olvides llevar esta herramienta siempre en la maleta de viaje, ¡es muy útil! Y es que una vez detectamos la garrapata, retirarla a la mayor brevedad posible es fundamental, para evitar que al alimentarse de la sangre de nuestro amigo, pueda inocular algún agente infeccioso.

Retira la garrapata desde su anclaje a la piel

Si tenemos la herramienta adecuada y hemos localizado una o varias garrapatas a nuestro perro, cuanto antes las retiremos, mejor. Para ello, te recomendamos el uso de guantes desechables, por si acaso el cuerpo de la garrapata se rompiese al extraerla, que no exista posibilidad de contacto de la sangre con tu piel, y además es útil tener un recipiente pequeño a mano para ir echando ahí las garrapatas que vamos extrayendo, y así luego poder desecharlas en la basura. Además, recomendamos preparar unas gasas impregnadas con algún antiséptico adecuado para la piel de nuestros compañeros de vida, como la clorhexidina o la povidona yodada, para poder limpiar la zona una vez retiremos el parásito.

Para la extracción, es importante que peguemos la pinza lo más cerca posible a la piel del perro, dejando entre ambos lados de la pinza, a la garrapata. Nunca hay que tirar del cuerpo de la garrapata, sino desde su anclaje a la piel, para así confirmar que estamos retirando cada una de sus partes. Si solo se retira el cuerpo, el aparato bucal sigue quedando dentro de la piel y esto puede ocasionar una reacción local en la piel del perro, con inflamación incluso infección, y en los casos más graves un absceso.

Así, una vez que tengamos la pinza bien colocada, debemos tirar desde el aparato bucal hacia arriba, y comprobar que en la pinza tenemos íntegramente a la garrapata.

En este vídeo, puedes visualizar la retirada de estos molestos parásitos, seguro que te resulta útil.

No utilices productos para que se suelte por sí sola

Seguro que has oído que para quitar garrapatas se puede utilizar aceite o alcohol, y que con estos líquidos la garrapata se suelta. No es recomendable su uso, ya que su contacto hace que la garrapata al soltarse regurgite la sangre de la que estaba alimentándose, de nuevo hacia el torrente sanguíneo de nuestro perro, lo que favorece la inoculación de posibles agentes infecciosos, poniendo en riesgo la salud del perro.

La extracción manual con una pinza es el mejor método sin duda, además de sencillo, rápido y barato, así que ¡no dudes en utilizarlo!

Cuéntanos, ¿alguna vez has tenido que enfrentarte a estos pequeños seres? ¿Te ha resultado fácil su extracción? Recuerda que la prevención antiparasitaria es básica para evitar los parásitos, así que consulta con tu veterinario cuál es la protección más adecuada para tu compañero de vida.