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Perros y gatos, ¿pueden convivir juntos? ¡Claro que sí!

Como principal premisa, nunca se debe realizar una presentación de los animales de forma brusca y rápida, ya que esto puede desencadenar conflictos, que generen desconfianza, miedo, y otros problemas entre ellos, que condicionen para siempre su convivencia. Todos queremos que en nuestro hogar reine la armonía, el cariño y la paz, y que todos los miembros de la familia vivan felices y tranquilos, ¿verdad? Así, nuestros animales necesitan que les ayudemos a adaptarse sin prisa, que entendamos su lenguaje corporal, conozcamos sus necesidades como especie, y facilitemos en todo lo que podamos su integración al nuevo entorno y a los animales y personas que ya están en el hogar.

¿Quieres saber un poco más sobre cómo facilitar la convivencia entre perros y gatos? ¡No te lo pierdas!

Antes de nada, ten en cuenta la compatibilidad entre edades y personalidades

Siempre antes de la llegada de cualquier animal al hogar, debemos pensar mucho si nuestros animales están preparados para recibir a otro miembro de la familia, ya que puede ser que por su personalidad, edad, estado de salud, etc, alteremos demasiado su entorno, y pueda ser perjudicial para él. Si nuestro perro o gato es mayor, la llegada de un cachorro seguramente le incomode, así que en este caso lo ideal es adoptar otro animal adulto, de carácter similar al que ya convive con nosotros. Igualmente, si nuestro perro o gato es joven, deberíamos inclinarnos por otro animal en una etapa de vida similar a la suya, para que puedan jugar y derrochar energía juntos.

Si previamente nos preocupamos por buscar la compatibilidad perfecta entre perro y gato, tendremos ya un avance hecho en cuanto a su adaptación, aun así cada animal es un individuo único, e igualmente tendremos que acompañarles y supervisarles durante todo el proceso. Y siempre recuerda que cada etapa de la vida tiene unas necesidades diferentes, así como niveles de energía por lo que es muy importante para la correcta adaptación y convivencia de los animales, que no sean totalmente opuestos en cuanto a actividad y personalidad.

Utiliza feromonas para fomentar la calma

Para que nuestro perro o gato esté más tranquilo así como para ayudar al nuevo miembro que llega, podemos colocar en diferentes estancias de la casa, difusores de feromonas de calma. Son específicas de especie, así que en el mercado encontraremos tanto productos indicados para los perros, como para los gatos.

Si quien llega al hogar es un gato, este difusor debemos colocarlo unos días antes de su llegada, en la habitación que hayamos destinado para su adaptación. Los gatos son mucho más sensibles a cualquier cambio de entorno que los perros, por lo que con ellos debemos prestar aún más atención a todo el proceso. Si quieres saber más sobre cómo ayudar a los gatos a adaptarse a un nuevo entorno, echa un vistazo a esta entrada anterior del blog.

El olfato, primera manera de relacionarse

Seguro que sabes que el olfato es uno de los sentidos más desarrollados de perros y gatos, por lo que gracias a él, pese a no verse, nuestros animales ya se irán conociendo.

Durante los primeros días, perro y gato no se verán, pero gracias al reconocimiento mutuo de los olores, podremos ir avanzando en su adaptación. Para ello, podemos ir intercambiando espacios, de tal manera que uno y otro puedan olfatear las señales que van dejando, y por nuestra parte, podemos ayudar a que las asocien con algo positivo, mediante su comida húmeda favorita, snacks, juguetes, etc. Además, cada animal podrá ir reconociendo los objetos del otro, como arenero, comedero, juguetes, etc.

¿Cómo se presenta a los animales visualmente?

Una vez que la adaptación individual de cada uno parece que va bien, está el siguiente paso: la presentación visual.

Para ello, debemos utilizar algún método de contención, como una malla, red, mosquitera, por ejemplo, en una de las puertas, para que cada animal permanezca en una habitación, puedan verse, pero no interaccionar directamente. Otro método es la contención con arnés y correa en el caso del perro, así podemos darles su espacio para reconocerse, pero nosotros tener la seguridad de poder intervenir rápidamente si la interacción no es la adecuada. Es fundamental no tener prisa, no estar nerviosos, y conocer el lenguaje corporal del perro y del gato, para detectar rápidamente signos de incomodidad, miedo, agresividad, y así poder adelantarnos a sus actos.

Enriquecimiento ambiental para las dos especies

Perros y gatos son especies diferentes, por lo que sus necesidades también lo son, así que debemos adaptar nuestro hogar para asegurar el bienestar de ambos.

Por un lado debemos crear entornos seguros para los gatos, en los que dispongan de estructuras verticales, como rascadores, así como plataformas en altura, de tal manera que puedan recurrir a ellos en caso de que quieran escapar o esconderse por algún motivo. También debemos encontrar el lugar perfecto de la casa, en el que puedan acudir al arenero, comer, beber y descansar, sin ser invadidos por otros animales, ¡los gatos se estresan muy fácilmente!

Los perros a su vez, necesitan más actividad física y mental, por lo que su enriquecimiento ambiental gira en torno a las salidas al exterior, y al tiempo que dedican a realizar juegos de olfato, y masticación, lo que fomenta la liberación de endorfinas y la tranquilidad. Un perro equilibrado y feliz, convivirá con un compañero felino sin problema.

¿Ya convives con perros y gatos? ¿Estás pensando en aumentar la familia? Esperamos que estos consejos te ayuden, y faciliten que tus compañeros convivan perfectamente y sean grandes amigos.