fbpx
¿Qué animales relacionamos con la época navideña?

Y, ¿qué sería de la tradición navideña sin los animales que solemos relacionar con ella? Los animales nos acompañan siempre y en unas fechas tan especiales como las actuales, ¡aún más! Piensa en animales que año tras año, están presentes durante la Navidad, y que sin ellos, parte de la ilusión y magia navideña se perderían… ¡A ver si coinciden con los que nosotros hemos elegido!

Los renos, ayudantes de Santa Claus

Si existe un animal navideño por excelencia es el reno, y es que su fama va ligada a Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás,… Según el país recibe nombres diferentes, pero todos se refieren a la misma figura navideña, ¡siempre cargado de regalos para todos!

En la leyenda de Santa Claus, su trineo recorre el mundo gracias a nueve renos, cuyos nombres en inglés son: Dancer, Dasher, Prancer, Vixen, Comet, Cupid, Donner, Blitzen y, por supuesto, el más conocido de todos: Rudolph, quien además fue el último en aparecer en los cuentos tradicionales. En ellos se cuenta que Rudolph nació con la nariz roja, lo que era motivo de burla entre los demás renos, y triste y avergonzado, decidió alejarse de su manada y vivir solo, así nadie podría herirle. Un 24 de diciembre, como cada año, Santa Claus comenzó su viaje con el trineo lleno de regalos, cuando de repente apareció una niebla espesa y los renos eran incapaces de seguir el camino. Santa Claus divisó a lo lejos una luz roja, puso rumbo hacia ella y… ¿a quién encontró? A Rudolph, ¡claro! Santa Claus le pidió unirse a su equipo de renos, y gracias a esa característica que siempre le había avergonzado, Rudolph se convirtió en el guía del trineo, salvó la Navidad, y obtuvo lo más importante: una nueva familia donde le querían tal y como era. ¿Conocías esta historia navideña? ¿Qué sabes sobre los renos de carne y hueso? Ahora verás que no es casualidad que Santa Claus eligiera a estos animales para tirar de su trineo.

El reno o caribú habita en las zonas más frías del hemisferio norte, como Alaska, Canadá, Finlandia o Groenlandia. Son animales que viven en rebaños, y que realizan migraciones de hasta 5000 kilómetros al año, y además sus pezuñas están adaptadas para no hundirse en la nieve y para nadar durante sus largos viajes. Es la única especie de cérvidos en la que tanto hembras como machos poseen cornamenta, y además presentan una característica que les convierte en “los superanimales del círculo polar ártico” y es que poseen visión ultravioleta. Durante el duro invierno polar, los ojos de los renos captan una luz que los humanos y otros animales no podemos ver, y que incluso dañaría nuestros ojos. Para los renos, esta habilidad es fundamental para su supervivencia, ya que gracias a ella son capaces de detectar tanto alimentos (líquen), como indicios del paso de depredadores (orina, pelo,…), al absorber todos ellos la luz ultravioleta. Estos elementos que absorben este tipo de luz, son visualizados de color negro por los renos, por lo que aunque la nieve sea espesa, el contraste blanco-negro favorece su detección. Por último, quizás la historia del reno Rudolph tenga cierta base científica, y es que la nariz de los renos presenta una extensa vascularización que actúa en el intercambio de calor, de tal manera que una vez el aire entra, se calienta antes de llegar a los pulmones, y se enfría a medida que sale para que el vapor de agua se condense antes de expulsar el aire, manteniendo así el calor dentro de su cuerpo. Son una especie realmente increíble, ¿verdad?

Los camellos de los Reyes Magos, ¿son camellos en realidad?

Si hay otra gran leyenda ligada a la Navidad es el nacimiento del niño Jesús cada noche del 5 de enero, y la llegada de los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, cargados de regalos para él. Así, surgió la noche de Reyes actual, en la que millones de niños, y no tan niños, esperamos con ilusión la llegada de estos mágicos Reyes, y de nuevo se vuelve necesaria la ayuda de unos extraordinarios animales para poder transportar tantos regalos. Tradicionalmente, se dice que estos animales son camellos, pero no es así, si no que son dromedarios. Si piensas en las típicas representaciones de los Reyes Magos montados sobre estos animales, ¿cuántas jorobas dirías que tienen? Sí, solo una, de ahí que sean dromedarios y no camellos.

Si los renos son animales tremendamente adaptados al clima polar, los dromedarios lo están al clima árido. La joroba forma parte de una de esas características anatómicas fundamentales para sobrevivir en el desierto, y es que en ella se almacena grasa, la cuál actúa como reserva energética y fuente de agua en periodos de escasez. El agua no se almacena tal cual en la joroba, sino que en caso de necesidad, mediante una serie de reacciones catabólicas, la grasa almacenada se transforma en agua: por cada kilogramo de grasa se obtienen unos ocho litros de agua, no está nada mal, ¿verdad? Eso sí, en cuanto encuentran alguna fuente de agua en el desierto, son capaces de ingerir más de 100 litros en solo unos minutos. Además, las pérdidas de agua mediante el sudor, la orina y las heces son muy limitadas por lo que aprovechan al máximo posible cada mililitro ingerido. Otras características curiosas de su anatomía es que tienen tres párpados y dos filas de largas pestañas, gracias a lo que protegen sus ojos de la arena, y son capaces de cerrar las fosas nasales en momentos concretos, para evitar que la arena penetre en ellas, o para limitar las pérdidas de agua por la respiración. Curiosas adaptaciones al medio en el que viven, ¿a que sí?

Ahora que sabes un poco más sobre estos animales, ¿crees que las celebraciones navideñas serían lo mismo sin ellos? ¡Esperamos que estéis disfrutando de estas fiestas!