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¿Quieres ser auxiliar veterinario? Te damos 5 razones para reavivar tus sueños

Nunca debemos perder la ilusión de hacer aquello que nos gusta, pase lo que pase. Quizás en algún momento nuestra situación personal, económica, etc, nos frene a poner en marcha la maquinaria de nuestros sueños, pero nunca debemos dejar que eso que siempre hemos deseado ser, termine olvidado en un cajón.

Y es que, ¿qué amante de los animales no ha dicho alguna vez cuando era pequeño que quería ser veterinario o cualquier profesión relacionada? ¡Probablemente casi todos soñábamos con ello! Por eso, nunca es tarde para volver a escuchar a nuestro niño o niña interior, y recordar porqué desde la más tierna infancia ya teníamos tan claro a qué nos queríamos dedicar en la edad adulta.

¿Nos permites recordarte por qué la profesión de auxiliar veterinario es lo que siempre deseaste ser? Te damos 5 razones para no posponer más tu sueño.

El contacto contínuo con animales: la chispa que enciende la vocación

No hay duda de que el amor hacia los animales es la base de la profesión. Estar en contacto con los animales, velar por su salud, participar en su curación, ver cómo recuperan su bienestar, etc es realmente satisfactorio. Las profesiones del mundo animal son realmente vocacionales, y esas ganas y entusiasmo por el trabajo diario, y la recompensa de salvar vidas, hacen que cada día merezca la pena. En ocasiones, incluso los animales se convierten casi en parte de nuestra familia, sobre todo en pacientes que vamos viendo crecer y envejecer y es que, ¡es imposible no quererles después de todo lo compartido!

Cada día, algo nuevo. ¡Olvida la monotonía!

Algunos trabajos pueden hacerse aburridos y repetitivos pero, ¡este no es el caso! Durante los días de profesión, podrás atender a los clientes, ser el principal apoyo del veterinario en consulta, cuidar de animales hospitalizados, participar en cirugías, aprender sobre enfermedades de diversas especies animales, etc. ¿Te imaginas acudir al trabajo lleno de ilusión por lo que te deparará el día? No todo el mundo tiene esa suerte.

Además, según pase el tiempo, más y más retos se presentarán ante ti, y no tenemos duda de que lograrás superarlos todos.

Siempre estarás aprendiendo

Si eres curioso y te encanta aprender cada día un poco más, no hay duda de que tienes muchas aptitudes para convertirte en un gran auxiliar veterinario.

Un nuevo aparato de radiografía digital, consultas de nuevas especies animales, cirugías que antes no habías visto hacer, y muchas novedades más pueden irse desarrollando en tu lugar de trabajo, y con ello, tendrás que ir aprendiendo más y más. Es imposible aburrirse en esta profesión, ¡desde luego!

Te abre las puertas para formarte en más áreas del sector animal

Muchos auxiliares veterinarios siguen formándose en otras áreas relacionadas con el sector para abarcar más conocimientos y abrir su abanico de posibilidades a la hora de encontrar empleo. Puedes especializarte en consulta felina, canina, de animales exóticos, aprender de etología y comportamiento animal, rehabilitación y fisioterapia, auxiliar radiográfico, peluquería canina,… ¡Tu formación puede ampliarse tanto como tú quieras!

Es una profesión en auge

No hay duda de que cada vez más las personas tendemos a compartir nuestra vida con animales, acompañado además de un interés mayor por preservar su salud.

Por ello, la oferta de empleo en el sector veterinario crece año tras año, y sin duda, es necesario que los auxiliares veterinarios pongan de manifiesto su valía como profesionales bien formados y preparados para desempeñar su trabajo de manera impecable. Clínicas veterinarias, protectoras, zoológicos, santuarios, tiendas de alimentación animal, y multitud de empresas más pueden necesitar de auxiliares veterinarios en su equipo, así que es una gran oportunidad para crecer en el mundo laboral.

¿Ya tenías en mente estudiar el curso de auxiliar veterinario? ¿Te han ayudado estas razones para dar el paso? En Vetformación estaremos encantados de asesorarte y de estar a tu lado durante tu formación y posterior inmersión en el mundo laboral.

Y recuerda, ¡nunca es tarde para ser aquello que realmente te hace feliz!