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Quimioterapia en perros y gatos, ¿en qué consiste?

Aprovechando el Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra el 4 de febrero, queremos hablaros sobre uno de los tratamientos de esta enfermedad más habituales: la quimioterapia. Muchas veces cuando nos hablan de quimioterapia para nuestro compañero animal, lo relacionamos con el tratamiento en medicina humana y sus efectos secundarios, y nos da miedo tomar la decisión de aplicarla, pero por suerte para nuestros animales no es así de agresiva.

¿Te parece si os enseñamos algunos conceptos básicos para que tengáis una idea global sobre este tratamiento? ¡No os lo perdáis!

¿Qué es la quimioterapia?

La quimioterapia se define como el tratamiento médico del cáncer basado en el empleo de fármacos que destruyen las células tumorales o limitan su proliferación. En veterinaria no tiene un objetivo curativo, si no para mejorar la calidad de vida del animal y aumentar su tiempo de supervivencia.

Este tratamiento es la única opción en tumores sistémicos como el linfoma, en los que no se puede lograr la curación pero sí se puede paliar su progresión, en tumores con gran capacidad de metástasis como el osteosarcoma, o en el caso de tumores inoperables.

En aquellos tumores que sí pueden operarse, la quimioterapia sirve para evitar recidivas o retrasar la aparición de metástasis, incluso en ocasiones se puede emplear previamente a la cirugía para intentar reducir el tamaño del tumor.

Consideraciones previas al tratamiento

Una vez diagnosticado el tipo de cáncer y establecido el protocolo quimioterápico correspondiente, es importante que antes de cada administración se realice una exploración del animal, y una analítica sanguínea básica para conocer el estado general del paciente. La administración es intravenosa normalmente, y se utilizan las venas cefálicas, aunque también pueden utilizarse las safenas. Es importante fijar bien la vía para evitar que se mueva, y así evitar la extravasación del fármaco. Si esto ocurre, puede originar graves lesiones en los tejidos de alrededor, por lo que siempre es importante comprobar la permeabilidad de la vía antes, durante y después del tratamiento quimioterápico para minimizar los riesgos. Después de la administración de la quimioterapia se continúa con fluidoterapia para limpiar la vía y no dejar restos de los fármacos empleados.

¿De qué depende su administración?

No todos los tumores son iguales, por lo que la quimioterapia debe emplearse según el cáncer que sea, ya que existen muchos protocolos y combinaciones de fármacos diferentes. Además la administración de la quimioterapia va a depender del estado general del paciente, y por otro lado dependerá de la decisión del propietario del animal, ya que puede no querer aplicar el tratamiento por motivos personales o económicos.

Efectos secundarios en animales

Los quimioterápicos destruyen las células con alta capacidad de proliferación pero no distinguen entre células cancerígenas y células sanas del organismo, por lo que atacan a ambas. En el cuerpo hay tejidos sanos cuyas células se reproducen igual de rápido que las neoplásicas, especialmente las de la médula ósea y la mucosa digestiva, por lo que los efectos secundarios de la quimioterapia tienen relación con estos órganos. A nivel digestivo, lo más habitual es que los efectos secundarios sean una disminución del apetito, o aparezcan vómitos y diarreas. Cuando la médula ósea se ve afectada, va a disminuir la producción de nuevas células sanguíneas y suele observarse una bajada del número de leucocitos, especialmente de los neutrófilos, disminución en menor medida de las plaquetas, mientras que los glóbulos rojos no suelen verse afectados. Como es habitual que se produzca neutropenia, es fundamental analizar el número de neutrófilos existentes en sangre previamente a cada administración, ya que si están demasiado bajos no es recomendable aplicar la quimioterapia. Así, uno de los efectos más graves de la quimioterapia es la aparición de infecciones sistémicas por disminución severa de los niveles de neutrófilos, que pueden poner en riesgo la vida del animal.

Algo que suele preocupar bastante a las madres y padres perrunos es la caída del pelo, ya que es lo que ocurre con la quimioterapia en personas. Por suerte, la caída de pelo no es un efecto secundario habitual en animales, pero es cierto que algunas razas como el Bobtail, Lhasa apso, Shih Tzu, Maltés o Schnauzer, pueden padecerla. Esto es así porque en ellos los folículos pilosos están en constante crecimiento, y como la quimioterapia ataca a las células que se reproducen rápidamente, en este caso el pelo se ve afectado y hay alopecia. En los gatos puede producirse la caída de los bigotes.

Como ves, pese a que los perros y gatos pueden experimentar algún efecto secundario derivado de la quimioterapia, siempre será mucho menor que en las personas, además de ser más leves y transitorios.

Tratamiento multimodal

Dependiendo del tipo de cáncer y su extensión, es habitual que el animal sea tratado de forma multimodal, es decir, combinando cirugía, quimioterapia y/o radioterapia. El veterinario oncólogo nos informará sobre las diferentes opciones según el caso concreto de nuestro compañero, siempre buscando mejorar su calidad de vida.

Precauciones durante su administración

La quimioterapia no solo es tóxica para quien la recibe, también para quién la administra, por lo que es importante seguir unas normas básicas de seguridad. Las mujeres embarazadas no deben tener contacto con estos fármacos, y siempre hay que manipular los quimioterápicos con guantes, manga larga, gafas y mascarilla. Por si acaso el producto salpica o se derrama, es mejor manipularlo encima de superficies lisas y con materiales absorbentes, como un empapador, y después de la aplicación del tratamiento es importante lavarse muy bien las manos. Si la quimioterapia va a aplicarse en comprimidos en el propio domicilio del animal, también hay que ponerse guantes y nunca manipular estas pastillas directamente.

¿Qué sabías sobre la aplicación de la quimioterapia en animales? ¿Alguna vez has tenido que enfrentarte a este tratamiento junto a tu compañero perruno? Por suerte, la medicina veterinaria ha avanzado en los últimos años y hoy en día podemos mejorar notablemente la calidad de vida de nuestros animales que padecen cáncer. Y… recuerda que lo más importante es estar con ellos durante el tratamiento y ¡quererles más que nunca!