El cambio de estación no solo afecta a los humanos, también debemos estar atentos a nuestros animales, y tener una serie de factores en cuenta para evitar que enfermen y que puedan sentirse más tristes al disminuir su ocio con nosotros.

¿Quieres saber cuáles son? Pues vamos allá, ¡todos atentos!

Comienza la época de muda.

Seguro que ya has notado que la cantidad de pelo en casa ha aumentado. Esto es debido al pico de muda que se produce cuando comienza el Otoño, coincidiendo con la disminución de las temperaturas, dejando paso el pelo más fino del verano a otro más aislante y denso,

Dependiendo del tipo de pelo de nuestro perro, será más o menos necesario ayudarle durante este proceso de muda. Como recomendaciones generales, es buena época para darle un baño que ayude a retirar el exceso de pelo muerto y para incorporar a nuestra rutina diaria (si no lo hacíamos ya) un buen cepillado.

Si quieres saber varios trucos super efectivos para que tu casa no esté llena de pelos en esta transición, te recomendamos echar un vistazo a este artículo.

Atención a los parásitos.

Sabemos que la época con más abundancia de parásitos es la Primavera y Verano, pero no por ello debemos dejar de proteger a nuestros perros cuando bajan las temperaturas.

La época de frío es bastante suave en algunos lugares, pulgas y garrapatas pueden seguir al acecho, así que sigue utilizando antiparasitarios externos y no olvides la “pastillita” para los gusanos internos.

Pero no solo debemos preocuparnos por los parásitos en sí, si no también por las enfermedades que pueden transmitir. Este es el caso de la leishmaniosis, ehrlichiosis o anaplasmosis, para las cuáles un tratamiento en los primeros momentos de la infección es fundamental. Los meses de Otoño son perfectos para acudir a nuestros veterinario y pedirle que le haga a nuestro perro el test rápido de estas tres enfermedades, supone solo una pequeña cantidad de sangre y unos minutos conocer el resultado, así que no lo dejes pasar, ¡la salud de tu mejor amigo está en juego!

Con la disminución de la temperatura, puede haber bajada de las defensas del organismo.

Igual que nos pasa a nosotros, la disminución de la temperatura también puede debilitar el sistema inmune de nuestro perro, y por ello tener más posibilidades de que algún agente patógeno circulante se aproveche de la situación y le provoque el primer catarro de la temporada.

Llegar a la época de frío en una buena condición física y de salud, disminuirá mucho las posibilidades de enfermar, y para ello un chequeo veterinario es fundamental. Poner al día la vacunación, la desparasitación, y añadir a la alimentación algún suplemento vitamínico si así es necesario, es básico para estar bien fuerte y sano.

La alimentación, base fundamental de la salud.

Que según sea la alimentación de nuestro perro, así será su salud, es una premisa básica que deberíamos tener siempre en mente, pero con la llegada de la época menos “favorecida” del año, aún más.

Con el calor nuestros animales comen menos (nosotros también) ya que hay una disminución de los requerimientos energéticos, en cambio ante el frío, nuestro organismo necesita más aporte calórico para sobrevivir, y aumenta su demanda energética. Un alimento adecuado a la dieta carnívora que necesitan perros y gatos, y además con ingredientes de calidad, fomentará la salud de nuestro animal, y hará que sus defensas sean más competentes.

Protección contra el frío y la lluvia.

Algunas razas son más sensibles que otras al frío, no todas están igualmente preparadas, así que es habitual ver a perros pequeños y/o de pelo corto lucir chubasqueros y abrigos durante estos meses.

Aún es pronto, pero en cuanto empezamos a poner la calefacción en casa, el cambio de temperatura dentro y fuera de casa es muy brusco, y puede propiciar que nuestro perro se constipe, así que debemos intentar que esos choques térmicos sean lo más suaves posibles.

Otra cosa a tener en cuenta es la humedad cuando llueve. Es inevitable que nuestro perro llegue a casa mojado, secarle con toalla y secador (si lo tolera), prestando especial atención a las zonas de pliegues como las almohadillas, es fundamental para que el exceso de humedad no propicie el crecimiento de hongos y bacterias que puedan provocar a nuestro perro lesiones en la piel.

No disminuir tiempo de paseo

Aunque los días vayan volviéndose más cortos y tristes, no debemos reducir el tiempo de ocio para nuestros perros. Es fundamental para su bienestar salir a pasear, jugar con otros perros, olfatear los nuevos olores que sacan a relucir las lluvias, etc.

Seguramente tengamos que modificar un poco las horas de las salidas al tener que cuadrarlo con los horarios de las diversas obligaciones diarias, pero nunca olvides que tu perro necesita salir a la calle para ser más equilibrado y feliz. Además, es su ratito especial junto a ti, ya se ha tenido que adaptar a que estés más tiempo fuera de casa por el trabajo, y seguro que le has notado más triste de lo normal, hazle saber que le quieres reforzando vuestro vínculo con unos buenos paseos juntos.

Presta especial atención a animales mayores, enfermos y cachorros.

Los grupos poblacionales menos inmunocompetentes siempre son a los que hay que proteger más y con los que debemos estar más atentos.

Si compartes vida con un perrito de alguno de estos tres grupos, debes adecuar todo lo mencionado anteriormente a sus necesidades específicas. Quizás sus paseos sí deban ser más cortos, o no salir a la calle como en el caso de los cachorros sin vacunar, tengas que visitar más veces al veterinario, el uso de abrigos sea casi obligatorio, etc.

Cada perro requiere unas necesidades concretas según su etapa de la vida, pero aún así, no debemos olvidarnos de disfrutar de nuestro perro en cualquier situación, y el Otoño es una época preciosa para ello.

Esperamos que estos consejos te sean útiles, y sobre todo ¡disfruta junto a tu perro de los preciosos paisajes que nos regala la naturaleza en Otoño!

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