fbpx
Ansiedad por separación en perros, ¿en qué consiste y cuál puede ser su origen?

Algunos perros llevan muy mal separarse de sus humanos, por lo que esta ansiedad es un problema que aparece únicamente en los momentos en los que el perro es separado físicamente de su familia humana, y tiene como consecuencia reacciones de ansiedad, siendo lo más habitual las vocalizaciones, destructividad y eliminación (orina y heces) dentro de casa.

La ansiedad por separación puede convertirse en una situación muy grave, que realmente compromete el bienestar del perro, por lo que nuestra misión es trabajar previniendo que pueda producirse, recurriendo a un profesional del comportamiento canino, así como en el caso de que nuestro mejor amigo la desarrolle. En este post no vamos a hablar sobre el tratamiento ni qué hacer para ayudar a nuestro perro a manejar esa situación, ya que siempre es importante acudir a un educador canino especializado en ansiedad, o a un etólogo para que valore cada caso de manera individual. En esta ocasión, queremos que conozcáis este trastorno del comportamiento y lo que implica para el animal, para que así podáis detectarlo y ayudar a vuestro mejor amigo.

¿Queréis saber un poco más sobre la ansiedad por separación? ¡Atentos!

Causas o factores predisponentes

La ansiedad por separación está en contínuo estudio por parte de los etólogos y profesionales del comportamiento canino, pero no queda del todo claro el origen de este problema. Sí se conoce que algunas circunstancias incrementan la probabilidad de padecer ansiedad por separación, como es el caso de animales que proceden de perreras, protectoras, tiendas de animales,… aquellos que han sufrido un destete muy temprano, o en el caso de la exposición a experiencias traumáticas durante las primeras semanas de vida: hospitalizaciones, cachorros que tras su llegada a casa pasan largos periodos solos, los que han pasado por situaciones de manipulación o transporte traumáticas, castigos, encierro prolongado en un transportín, etc.

Situaciones que pueden desencadenar la ansiedad por separación

Algunas situaciones pueden ser el detonante para que nuestro compañero perruno manifieste ansiedad, como los cambios de rutinas o hábitos, que implican un cambio en la relación con la persona: una baja laboral, tras las vacaciones, después de haber estado en una residencia canina,… incluso si el perro siempre ha estado acompañado por algún miembro de la familia, y por circunstancias tiene que empezar a quedarse solo. También influyen los cambios de entorno, como una mudanza, una reforma, o la llegada o desaparición de un miembro de la familia, ya sea humano o animal.

Las experiencias negativas, como ruidos fuertes (petardos, fuegos artificiales, tormentas), o situaciones como desahucios, incendios, entrada de ladrones a casa, llegada de algún equipo de emergencia sanitaria, etc también pueden desencadenar que el animal comience a no tolerar la separación de sus humanos.

Signos clínicos habituales

Como hemos comentado, los signos más habituales relacionados con la ansiedad por separación son la destructividad, las eliminaciones y las vocalizaciones, además de la hipersalivación y otros signos que los propietarios no relacionan tan claramente con este problema, como la automutilación, los vómitos, etc.

Las vocalizaciones pueden ser ladridos agudos, aullidos o lloriqueos, que se producen de manera contínua durante parte o todo el tiempo que el animal está solo, y que pueden ser un punto de conflicto con los vecinos.

En cuanto a la conducta destructiva, consiste en morder, romper, arañar partes de la vivienda, como puertas, paredes, pomos de puertas, ventanas, u objetos que se encuentren a su alcance. No siempre se produce la destrucción de objetos, a veces simplemente cogen cosas y las llevan a su cama, o las almacenan en algún lugar.

Otra conducta cuando el perro se queda solo y tiene ansiedad, es la de orinar o defecar en la casa, incluso aunque haya salido recientemente a la calle. Puede ser en cualquier lugar de la casa, normalmente los pises son pequeños, lo que indica que no tenía la vejiga llena, y las heces como resultado de la ansiedad, pueden ser muy blandas o incluso diarreicas. Como el perro orina y defeca, y sigue nervioso y moviéndose continuamente, puede llegar a pisar estas eliminaciones, y cuando llega la persona a casa encontrar a su compañero perruno manchado, ¡lo que no debe ser motivo para castigar a nuestro amigo!

El estrés y la ansiedad también produce salivación excesiva, incluso puede ser tan acusada, que si el animal permanece en un mismo sitio, como cerca de la puerta de entrada a la casa, se produzcan charcos en el suelo.

Otros signos que pueden aparecer son inquietud, una sensación de desasosiego constante, jadeos, falta de apetito, dermatitis acral por lamido, vómitos, agresividad ante la salida del propietario, automutilación,…

Como ves, la ansiedad produce una permanente situación de desequilibrio a nuestros compañeros perrunos, lo que impide su relajación y tiene consecuencias en su salud física y emocional. Es de vital importancia intentar prevenirlo y trabajarlo desde la llegada del perro al hogar, y si sabemos que por su vida anterior, puede ser un perro predispuesto a padecerla, recurrir a los servicios de un etólogo desde el primer día. Nunca debemos castigar ni mucho menos abandonar a nuestro compañero, debemos entenderle, saber que necesita nuestra ayuda y ponernos a trabajar junto a él para que su estado emocional mejore.

Algunos consejos para su prevención tienen como base enseñar al cachorro a quedarse solo desde el primer día de su llegada a casa, de manera gradual. Para ello, podemos empezar por abrir y cerrar la puerta de entrada, salir y volver a entrar, irnos pocos minutos y volver, y así ir ampliando cada vez un poco más el tiempo. También debemos intentar que la adopción sea en período vacacional para poder dedicar tiempo al nuevo miembro de la familia, y hacer la adaptación al hogar correctamente; así como utilizar juguetes interactivos para que no se aburran durante nuestra ausencia.

Si tienes interés por la etología y educación canina, te recomendamos echar un vistazo a nuestro curso, para así poder ampliar más tus conocimientos sobre la ansiedad por separación y otros temas relacionados con el comportamiento de nuestros compañeros perrunos. ¿Alguna vez has conocido algún perro que sufra ansiedad? ¿Quizás es tu compañero? ¡Cuéntanos!