Estos pequeños seres no solo pueden producir daño a nivel local al anclarse a la piel del animal, sino que también pueden transmitir enfermedades graves, las cuales toda persona que tenga perro debería conocer.

Si quieres saber más cosas sobre las garrapatas, y sobre todo, cuál es su papel en la transmisión de enfermedades a nuestros perros, ¡sigue leyendo!

¿Cómo se alimenta una garrapata?

La garrapata es un ectoparásito que durante su ciclo de vida pasa por varios estadios de crecimiento, y siempre tiene que alimentarse de la sangre de su hospedador para poder seguir desarrollándose. Entre cada alimentación caerá al suelo para mudar o para realizar la puesta de huevos, según el estadio en el que se encuentre.

Cuando se ancla a la piel del animal lo hace a través de un fuerte aparato bucal, y no se soltará hasta que no haya ingerido la suficiente sangre como para sentirse saciada, y es tanta cantidad en comparación con su tamaño, que las larvas, ninfas y hembras pueden aumentar hasta 120 veces su peso inicial.

¿Qué enfermedades pueden transmitir?

A pesar del efecto directo de la parasitación por garrapatas (reacción inflamatoria, heridas, infecciones, anemia en infestaciones graves), la principal importancia sanitaria es su papel vectorial en la transmisión de bacterias, virus u otros parásitos a los animales y a las personas, transmisión que se realiza a través de la saliva durante la alimentación de la garrapata.

Aunque son varias las enfermedades transmitidas por estos parásitos, nos vamos a centrar en las que se encuentran en nuestra zona geográfica:

Babesiosis.

La Babesia es un parásito muy pequeño que afecta a los glóbulos rojos de la sangre. Lo más habitual es encontrar anemia, mucosas pálidas, fiebre, sangre en orina, decaimiento, etc. A veces, sobre todo en cachorros muy parasitados, el animal puede tener varias recaídas que le provoquen una insuficiencia renal grave, incluso puede no superar la enfermedad.

Ehrlichiosis.

La Ehrlichia es una bacteria que infecta células sanguíneas, pero no solo a los glóbulos rojos como en el caso de Babesia, sino también a los glóbulos blancos. Puede provocar multitud de síntomas, como pérdida de peso, palidez de mucosas, hemorragias cutáneas, vómitos, insuficiencia renal, cojeras, incluso signos oculares y neurológicos.

Borreliosis o Enfermedad de Lyme.

La Borrelia es una bacteria que en perros puede no producir síntomas, pero si aparecen se relacionan con cojeras y problemas renales. Sobre todo en cachorros, es común que se produzca artritis en varias extremidades.

¿Qué podemos hacer para prevenir la infestación por garrapatas?

Como ves, las garrapatas pueden producir consecuencias graves en la salud de nuestros animales, por eso es de gran importancia actuar de manera preventiva. Existen productos antiparasitarios que repelen las garrapatas y evitan que estas se anclen a la piel y por tanto no se alimenten ni puedan transmitir enfermedades. Durante todo el año debemos proteger a nuestros perros mediante collares o pipetas antiparasitarias, pero cuando llega la primavera y el verano, esta protección cobra aún más relevancia al ser la época de calor la de mayor prevalencia de estos parásitos.

Aunque nuestros perros estén protegidos con productos antiparasitarios, siempre debemos revisar su cuerpo cada vez que volvemos del parque, una excursión por la montaña, la playa, etc. Aunque se pueden encontrar por toda la superficie corporal, las garrapatas tienen predilección por la región facial, orejas, axilas, espacios interdigitales, región inguinal y perianal, así que serán estas zonas a las que debemos prestar especial atención.

Y si encuentro alguna garrapata en la piel de mi perro, ¿qué hago?

Cuando encontramos una garrapata, es importante quitarla en la mayor brevedad posible, ya que la transmisión de enfermedades no se produce de forma inmediata, sino que necesita llevar alimentándose unas horas para la inoculación del agente al torrente sanguíneo de nuestro perro.

Si nunca has retirado una garrapata, quizás prefieras llevar a tu perro al veterinario para que sea este profesional quien lo haga, pero si no tienes ninguna clínica veterinaria cerca, es aconsejable que conozcas unas nociones básicas sobre cómo proceder.

Bastará disponer de unas pinzas (con las típicas de depilar es suficiente) que pegaremos lo máximo posible a la piel de nuestro perro, de manera perpendicular, para poder traccionar de la garrapata desde su aparato bucal. Es muy importante retirar íntegramente la garrapata, ya que si solo quitamos el cuerpo y dejamos la cabeza y aparato bucal, podrían producirse infecciones, lesiones o reacciones inflamatorias en la piel.

Aunque exista el mito de que se puede matar a estos parásitos con alcohol o aceite, no es para nada conveniente, ya que el contacto con estos productos, provoca la contracción de la garrapata favoreciendo la regurgitación e inoculación de los agentes infecciosos a través de la saliva, y por tanto supone un riesgo para la salud de nuestro mejor amigo.

Nunca olvides que prevenir es mejor que curar, y frente a los parásitos la prevención es tan sencilla, que nuestros compañeros deberían estar siempre protegidos.

Tu veterinario es quien mejor te puede aconsejar sobre los métodos de prevención o el protocolo de actuación si tu perro ya presenta alguno de estos desagradables parásitos, así que no olvides acudir a él para asegurar que tu perro goza de la mejor salud posible.